lunes, 11 de agosto de 2014

Grandeza hecha rock

Black Arteriscos no es un grupo de música cualquiera: sus integrantes tienen entre 11 y 17 años, algunos tienen patologías vinculadas al autismo, todos tocan todos los instrumentos y en equipo hacen las letras. Ya tienen un primer CD. Un gran ejemplo de convivencia para grandes y chicos.
"¡¿Qué te parece!?'' Es un mucho más que una expresión. Y que una pregunta. Es, nada más ni nada menos que, el nombre del primer CD que acaba de sacar la primera y única banda de rock sanjuanina no solo constituida por niños y adolescentes, sino además con una misión para nada imposible: integrar a través del arte a quienes son diferentes. De hecho, entre estos músicos en miniatura, hay algunas personas con capacidades especiales. Nada de esto se advierte cuando se escucha el disco en cuestión que, como adicional, tiene letras propias que hablan de muchas de las sensaciones que sienten estos chicos en su vida cotidiana. Y que como cualquier rockero que se precie de tal, prefieren expresar cantando. Ellos son los Black Arteriscos, un grupo integrado por Andrés Castro, los hermanos Nicolás y Valentino Cullen y Francisco Escudero. Están coordinados por Rodolfo Zamora Damonte, que por momentos, no puede hacerse cargo de su rol de adulto y es un niño más. De hecho, participa en el disco y se divierte con sus "alumnos'' de igual a igual. La banda empezó a sonar formalmente en marzo de este año y pese a que los músicos tienen entre 11 y 17 años, tienen un compromiso que va más allá de la composición musical. Quieren demostrar que "se puede''. Y que la convivencia y el trabajo en conjunto puede tener buenos resultados. El mejor ejemplo son las seis canciones que forman parte justamente de "¡¿Qué te parece!?''. Primero acordes Toda esta historia comenzó porque Rodolfo lo conocía a Nicolás Cullen. Era su acompañante terapéutico. Vale decir que la compañía excedía lo netamente escolar. Es que ambos, a medida que se fueron conociendo, empezaron a compartir el gusto por lo musical. No era para menos, el adulto, psicólogo de profesión, es un amante y hacedor de rock, también es escritor. El chico -de quien era "lazarillo'' en la casa y en el Colegio del Cesap- también tenía experiencia instrumental ya que a los 10 años (hoy tiene 17) dio sus primeros pasos en la percusión, hobbie que no abandonó jamás. A tal punto que tiene en su poder una batería de 5 cuerpos, todo un tesoro para cualquiera que entienda de música. Juntos dieron un recital en el colegio de Nicolás y ahí descubrieron que las canciones podían ser una herramienta más para acercarse desde otro lugar a sus compañeros y profesores. Esta experiencia resultó el puntapié inicial de un proyecto más grande. Rodolfo en sus ratos libres propuso a quien quisiera sumarse, participar de los talleres de arte integradores. Eso fue hace un año ya en plazas y lugares públicos como la Biblioteca Franklin. Con el tiempo esos talleres tomaron forma y así nació el Colectivo Integrador, un espacio donde se le hacía lugar a la gente de todas las edades, con problemas para relacionarse, diagnósticos médicos de discapacidad y con inquietudes para el teatro, la pintura y la música. Así fue como se acercaron Andrés Castro (de 16 años, alumno integrado pero al 4¦ C del Colegio San Francisco, que toca la guitarra criolla y el bajo y le encanta la banda Bullet Formy Valentine) y Valentino Cullen (11), el hermano de Nico, que si bien no sabía tocar ningún instrumento, estaba dispuesto a aprender. El fue quien invitó a su vez, al cuarto integrante, Francisco Escudero, su compañero de grado y un aprendiz de guitarra en potencia. En una semana se armó la banda. Y empezaron a improvisar con diferentes músicas y diferentes ritmos, al mismo tiempo que incorporaban algunos aspectos un tanto más técnicos. "Así empezamos. Tocando, escuchando, hablando de música y de grupos que nos interesaban para poder definir qué tipo de banda íbamos a ser\'\', resume Francisco, mientras que Andrés -el mayor propulsor de las letras de las canciones creadas para el CD- lo interrumpe con su anécdota: "al principio para mí era raro porque pensaba que no iba a poder estar en el grupo pero después me di cuenta que la banda era una oportunidad para ponerle música a mis sentimientos''. Y Nico también se suma con su típico "Y ¿qué te parece?'' que da nombre al disco y que es su frase favorita para demostrar hasta donde llegaron los Black Arteriscos. "Nos teníamos que distinguir con el nombre de la banda, entonces se nos ocurrió que como nosotros somos artistas, podíamos hacer un juego de palabras entre Asterico (que fue el primer nombre que surgió) y Arte. Así fue que finalmente quedó Black Arteriscos", dice Valentino a modo de presentación. Reglas claras Si hay algo que se definió con el nacimiento de Black Arteriscos fueron las reglas: todos deberían estar dispuestos a tocar todos los instrumentos; la composición musical y las letras de los temas surgiría de manera compartida y consensuada entre todos los integrantes. Pero además también se convirtió en regla de oro el no tocar canciones de terceros. "Valoramos a quienes hacen covers. Y los respetamos. Pero nosotros queremos hacer nuestra propia música para difundir quienes somos y que pensamos'', explica Rodolfo quien le imprimió al grupo un sello inigualable: "el objetivo es expresarse, hacer arte e integrarse como artistas a la sociedad'', asegura quien lleva la batuta del grupo. Otro de los objetivos claros desde el comienzo fue la intención del taller de sacar un CD. Para eso trabajarían. Y así lo hicieron cada lunes durante 2 horas, que son las estipuladas del taller. "Ensayamos muchísimo y por suerte ningún vecino vino, hasta ahora, a tocar el timbre para que dejemos de tocar. Es que no fue sencillo llegar a crear los seis temas del disco, probamos diferentes versiones hasta que logramos las que mejor se escuchaban'', coinciden los chicos que tienen temas emblemáticos que responden a sus realidades como "No al Bullying'' (creado en base a lo que le pasaba en la escuela al primo de uno de ellos) y "La indiferencia'', que entre cosas, propone vivir la vida sin importar como te vean los demás o lo que digan. Música-disco Muchos fueron los ensayos ante el público conocido y no tanto, en la previa a la grabación del CD, el que finalmente lograron en el Estudio "El Hornito'' y con el financiamiento de una especie de cuota del taller de rock que sirvió para pagarlo. Les llevó más de tres horas sin descanso, el cantar e interpretar cada una de los temas en diferentes pistas. Sin lugar a dudas fue una gran experiencia, de la que recuerdan no querer quitarse los auriculares y el no dejar de lado el borrador para no olvidarse la letra de ninguna de las estrofas. Pero lo mejor llegó después cuando lo escucharon y lo hicieron escuchar. De hecho ya lo difundieron en dos programas de radio: Noche Abierta (los sábados en LV5) y "Quien lo dice'' durante la mañana de Radio Nacional. Esto es el principio. Los chicos sueñan con poder subir con sus canciones a la Fiesta de la Primavera que todos los años se hace en la Avenida Libertador y en la Fiesta del Sol. Están convencidos que siempre puede haber una oportunidad.

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