sábado, 12 de diciembre de 2009

Declaración del Encuentro "Medios y Discapacidad"


El Encuentro se realizó en México D.F del 9 al 13 de diciembre. El sitio El Cisne reprodujo la declaratoria:

Los medios de comunicación son, en la actualidad, constructores de representaciones e identidades en la percepción colectiva. Su poder de penetración, de credibilidad y hasta de fascinación los vuelve canales perfectos, no de la cohesión, sino por el contrario, de la pluralidad de voces, concientización de nuestra realidad múltiple y la diversidad.

Es por estas razones que los medios de comunicación son indispensables en la apreciación que tiene nuestra sociedad de las personas con discapacidad. A través de éstos podemos difundir nuestra expectativa de una inclusión digna en los ámbitos educativo, laboral, cultural, de convivencia social y de esparcimiento.

Precisamente el ENCUENTRO MEDIOS Y DISCAPACIDAD, del que surge este documento, tiene como eje el principio de la inclusión digna de las personas con discapacidad, en el marco del respeto de los derechos humanos.

Personas con y sin discapacidad que somos actores de los medios de comunicación, proponemos a los medios y sus colaboradores, las siguientes acciones como pasos a seguir para conseguir nuestra meta:

Primero. Acciones pertinentes al estilo.
1. Abordar los acontecimientos en la vida de una persona con discapacidad con un enfoque sobrio, desdramatizado, sin otorgarle un estatus de víctima o de individuo susceptible de caridad, potenciando las habilidades y no las limitaciones.
2. Conceder el justo mérito a las metas alcanzadas por las personas con discapacidad en contracorriente con la tendencia a magnificar sus logros como hazañas.
3. Usar el término “personas con discapacidad” para referirse al grupo que hoy nos atañe. Las distintas formas de discapacidad serán referidas de la siguiente forma: “discapacidad auditiva y/o sordo”, “discapacidad visual y/o ciego”, “discapacidad intelectual”, “discapacidad motriz” “discapacidad del lenguaje o habla” y “discapacidad múltiple”.
4. No hacer uso de la condición de discapacidad como objeto de comparaciones o referente de alusiones despectivas. Por ejemplo, en notas y artículos periodísticos, la discapacidad intelectual no será referente de la incompetencia de un servidor público para desempeñar su cargo, o de las pifias de una estrella de la farándula al otorgar una declaración.
4.a Cuando un colega comunicador cometa este error, por ignorancia o con conocimiento de causa, se lo señalaremos públicamente para erradicar de la jerga periodística expresiones denigrantes como: “gobernante autista”, “actúa como retrasado mental”, “políticos sordos y ciegos ante las demandas sociales” y otras barbaridades que hoy por hoy son comunes en los medios.
5. Es de gran importancia procurar que los medios apliquen las herramientas necesarias para asegurar la eficacia del proceso comunicativo (emisor-mensaje-receptor), contemplando las características propias de cada discapacidad. Se debe incluir, por ejemplo el subtitulaje o la lengua de señas mexicana (LSM) en las emisiones de televisión y las publicaciones en Braille por parte de la prensa.

Segundo. Acciones pertinentes a los temas susceptibles de ser noticia.

1. Abordar en la investigación periodística, la crítica y las propuestas de las políticas públicas en materia de discapacidad. Vigilar y coadyuvar la creación de leyes, reglamentos y organismos que garanticen los derechos de inclusión, desarrollo y seguridad social de las personas con discapacidad.
2. Pugnar por dar a conocer el desarrollo, y las mejores formas de uso de tecnologías, novedosas y existentes, que se enfoquen en la rehabilitación, educación, diseño de prótesis e interfases con la finalidad de satisfacer las necesidades particulares de cada tipo de discapacidad.
3. Divulgar de manera oportuna la información concerniente al desarrollo integral de las personas con discapacidad. Como es la relativa a su sexualidad, a los destinos turísticos, talleres artísticos y culturales, servicios, bolsa de trabajo, por mencionar algunos aspectos.
Buscar nuevas formas de abordar la discapacidad enmarcándolo en un contexto amplio y no meramente anecdótico.

Tercero. Acciones pertinentes a la inclusión en el campo laboral en los medios.
1. Incorporar a personas con diferentes tipos de discapacidad en el trabajo mediático. La discapacidad, conlleve o no dificultades funcionales particulares, no impide la óptima productividad laboral. Hay que dejar claro que la discapacidad no es una enfermedad, es una condición de la persona. Incluir en equipos de trabajo a personas con discapacidad no demerita los logros potenciales, no está en detrimento del éxito del proyecto o empresa. Antes bien, genera y provoca un clima de diversidad, respeto y compromiso.
2. Hacer de los centros de trabajo un espacio incluyente de las personas con discapacidad considerando tres aspectos fundamentales:
* La información a los directivos y compañeros de trabajo para fomentar el respeto y erradicar la discriminación por discapacidad por parte de la empresa y los compañeros de trabajo.
* La accesibilidad de las instalaciones.
* La incentivación de la inclusión con diversas políticas y en atención a todas las formas de discapacidad.
Estas observaciones generales, debieran ser de imperiosa aplicación en las empresas de medios de comunicación. Estrechar los vínculos entre medios y personas con discapacidad nos convertiría en una industria cultural incluyente y, por lo tanto, un parteaguas que sirva como un ejemplo a seguir.
Cuarto. Acciones pertinentes a la discapacidad como fuente informativa.
1. Considerar que las personas con discapacidad somos una fuente directa de información, siendo quienes podemos comunicar de mejor manera nuestras necesidades, expectativas, deseos e intereses. Somos nosotros los que podemos corroborar o corregir la información de las asociaciones y organismos especializados en la materia. El derecho a usar la voz propia está en el lema de la Convención de la ONU; “Nada sobre nosotros, sin nosotros”.
1a. La entrevista es el género periodístico que permite recabar de viva voz nuestro testimonio de las personas con discapacidad. Para ello hacemos un llamado al periodista o reportero a abandonar todo prejuicio, temor o tabú y considerarnos como informantes sin importar el tipo de discapacidad que presentemos; a expresarse con naturalidad frente al entrevistado con discapacidad, sin ser compasivo, peyorativo o agredir; además de usar la terminología correcta aplicada a cada discapacidad, esta última labor es intrínseca a su desempeño profesional.
2. Generar dentro de las emisiones y publicaciones informativas, educativas, o de entretenimiento, espacios para la reflexión e inclusión de la discapacidad. Hablar de la discapacidad no es sólo hablar de los individuos, también es hablar de los espacios en que se desenvuelven, de su entorno y de la forma en que conviven con los demás como lo que son: un amplio grupo constitutivo de nuestra sociedad.
Las consideraciones anteriores, más que reglas para la práctica del comunicador, son directrices que nos marcarán el rumbo hacia una cultura de la discapacidad que valore la diversidad y busque la equidad. Este documento no aspira a ser definitivo, sino un punto partida y de referencia para futuros planteamientos.
Cabe recordar que aquellos que laboramos en los medios de comunicación, no sólo tenemos el privilegio de que nuestra opinión sea escuchada, sino también el compromiso de informar y entretener, para conformar una sociedad diversa, incluyente e igualitaria.

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