viernes, 23 de agosto de 2013

San Fernando del Valle de Catamarca, 23 de agosto (Télam). El proyecto "Catamarca Valle de Accesibilidad para el Turismo", que apunta a posicionar a esta provincia como un destino amigable para pesonas con discapacidad, fue presentado hoy en la Cámara de Senadores provincial.

Neuquén .- Tristeza, bronca, desolación, impotencia. Quizás alguna de esas palabras puedan apenas describir la íntima sensación de un pequeño que es engañado en su ilusión. Prometer un espacio lúdico recreativo a un niño y luego negarle la fuga que ello representa es un hecho violento sin lugar a dudas. Y eso fue lo que debieron vivir los niños de la escuela especial 6 de la ciudad de Neuquénm ubicada en Anaya y Alicia Moreau de Justo. A la Escuela especial Nº 6 concurren chicos que padecen parálisis cerebral y diversas discapacidades psiocomotrices. Habían sido invitados a presenciar el espectáculo que el porteño Circo del Sol, recién llegado a la ciudad de Neuquén, iba a brindarles junto a niños de otra escuela que habían pagado su entrada. Mover a una veintena de niños con capacidades diferentes no es un hecho sencillo e implica un esfuerzo organizativo especial por parte de los docentes y responsables. La directora de la escuela, Alejandra Chaure contó en LU5 AM600 que cuando faltaba apenas media hora para el inicio de la función, desde el circo la llamaron y le avisaron que la función se suspendía. “Los chicos estaban bajando del colectivo”, dijo Chaure quién reveló que la noticia cayó como una bomba. “Aparentemente los alumnos de la otra escuela, que habían pagado su entrada, no se iban a presentar, por lo que desde la organización nos avisaron que se suspendía”, recordó la directora. La movilización de chicos especiales “no es para nada sencillo y con lo que ellos representa nos tuvimos que volver a la escuela”. Los chicos, que no pudieron entender ni procesar lo que pasaba “comenzaron a llorar o manifestar mucho enojo”, dijo Chaure. Los pequeños no estaban preparados para que les robaran la ilusión a tan pocos minutos de satisfacerla. Un pase de magia la hizo desaparecer. Al día siguiente desde el Circo Sol se comunicaron con la escuela para informarles que cada uno de los chicos tenían una entrada gratis para ver el espectáculo, “pero debían presentar un certificado de discapacidad e ir acompañados de un adulto”, dijo la directora de la escuela, quién agregó que rechazaron la oferta porque no están preparados y autorizados para emitir certificados. “Ni siquiera un responsable del circo nos llamó, fue una empleada que no tenía respuestas a nuestros reclamos”. Fue una cruel broma para quien solo esperaba reír y escapar por unos minutos de la dolorosa realidad. Por suerte para los comerciantes de Circo el Sol habrá olvido; los chicos saben perdonar.

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