viernes, 31 de agosto de 2012

"Boosting", el doping que sacude los Paralímpicos

Algunos atletas se quiebran los dedos y hasta se dan descargas eléctricas en los genitales para aumentar su presión arterial. LONDRES, Inglaterra.- Quién podría pensar que hasta en los Juegos Paralímpicos existe el doping. Lo cierto es que "boosting" se llama el método con el que una persona se inflige dolor en partes del cuerpo con menor sensibilidad para aumentar rápidamente la presión arterial y, aunque suene extraño, está siendo practicado por algunos atletas parapléjicos que realizan deporte de alto rendimiento. "El 'boosting' es claramente un tema porque es difícil de probar", dijo el jefe médico del equipo alemán, Juergen Kosel, al inicio de los Juegos Paralímpicos en Londres. "También puede ser muy peligroso y poner en riesgo la vida si el atleta sufre un accidente cerebrovascular", explicó el médico. Los médicos advierten contra métodos que provocan artificialmente hipertensión arterial y aumentan la frecuencia cardíaca. En este caso, los atletas se lastiman intencionalmente para lograr lo que en los no discapacitados se produce en los entrenamientos de forma automática: con un aumento de la presión arterial el cuerpo puede soportar temporalmente una carga mayor, lo que a su vez mejora el entrenamiento y el desempeño competitivo. En atletas con lesión en la médula espinal, el organismo no realiza esto por sí mismo y las frecuencias cardíacas son normalmente inferiores a 120. Para sentir dolor, los atletas con discapacidad pueden llegar a quebrarse los dedos de los pies. Incluso las descargas eléctricas son un método bastante popular, ocasionalmente incluso en los testículos. En el cuerpo se genera una cadena de reacciones que conduce finalmente a una mayor actividad cardíaca. "Esto es devastador", afirma el deportólogo Thomas Abel. Algunos corredores en silla de ruedas se ponían una espina en el respaldo para inducir una inflamación mediante la fricción. Ya en 1994, los científicos descubrieron que el rendimiento podía aumentar así muchísimo. En un estudio realizado en aquel entonces a ocho atletas se constató que un dolor inducido deliberadamente podía aumentar el rendimiento. En un tramo de 7,5 kilómetros, los corredores en sillas de ruedas mejoraron su rapidez en un 10%. Esta cifra llevada a las personas sin discapicidad significa un mejora de 12 minutos del récord de maratón. En un estudio realizado en 2009 por la Agencia Mundial Antidoping (AMA) dirigido por el científico canadiense Yagesh Bhambhanil, se descubrió que una gran parte de los deportistas afectados sabía cómo hacerlo. "Yo llegué a un punto en el que me sometí a descargas eléctricas en mi pierna, en mis dedos de los pies y hasta en mis testículos", dijo el canadiense Brad Danivsky, de 36 años, a la BBC. El Comité Paralímpico Internacional (IPC) reconoció el problema hace 20 años. "Desde 1994, el 'boosting' está oficialmente prohibido y los atletas deben someterse a una revisión por este tema", dijo un portavoz del comité organizador de Londres 2012. Sin embargo, el control es difícil, sobre todo si se utliza el método de aumentar la presión arterial en los entrenamientos. De acuerdo con una encuesta anónima del IPC en los Juegos Paralímpicos de 2008, el 17% de los entrevistados admitió haber probado el "bosting" alguna vez. Según los expertos, la cifra es mucho mayor. "No se puede introducir una parada en boxes durante la carrera y controlar la presión arterial", dice el estudio de Bhambhanil. Además, es difícil predecir la presión arterial "normal" de un atleta antes de la que quizás sea la carrera más importante de su vida deportiva. "El IPC puede recibir una ola de demandas si llegara a suspender a un atleta por una sospecha así", agrega. (DPA)

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