viernes, 26 de julio de 2013

Abrazado a la lucha

Se crió en las colonias ferroviarias. A los 8 años -el día del cumpleaños de su padre- perdió una pierna y a los 17 comenzó a participar del gremio judicial, al cual estuvo vinculado por más de cuatro décadas con la única premisa de defender los derechos de los trabajadores. Por Georgina Gonzales Neuquén > Jorge Izquierdo estuvo en el Poder Judicial cuarenta y siete años, seis meses y tres días. Desde su ingreso participó en el sindicato, del cual más tarde se convirtió en secretario general. Su intervención sindical lo llevó a liderar la CGT local, creó la CTA neuquina junto con otros trabajadores, fue secretario general de la Federación Judicial Argentina y hoy, ya jubilado, cree que se va a morir involucrado con el gremio. Más conocido como el “Rengo” Izquierdo, este gremialista de cuna dedicó su vida a defender los derechos de los trabajadores y participó de luchas que marcaron la historia neuquina como la pueblada de Cutral Co en 1996 o las movilizaciones durante la crisis de 2001. Su interés por el resguardo de los derechos de los trabajadores se despertó de muy chico, es que su padre, empleado del ferrocarril, fue secretario general de la Unión Ferroviaria. “Mi papá participó en la huelga de 1958 y estuvo 40 días fugado de casa porque lo buscaban los militares, a mis tíos también, y en el 1959 vino su retiro”, precisó. Nacido y criado en Neuquén, Izquierdo espera terminar sus días en esta ciudad que ama. Su niñez la pasó en las colonias ferroviarias que estaban en las calles Independencia y Santa Fe, de las que hoy ya no queda nada. Allí vivía con sus tres hermanos varones, su padre y su madre. A los 8 años un accidente le marcó la vida: cruzó debajo de un tren que le agarró la pierna y tuvieron que cortársela. Pero este cambio abrupto en su cuerpo no le impidió continuar normalmente con sus ideas y anhelos. “Yo tengo un don, a los 11 años me recibí de mecanógrafo y a los 14 estaba trabajando en la escribanía de Máximo Salcedo, y luego con otro escribano. Después rendí y entré como cadete al Poder Judicial y toda mi vida se desarrolló siendo empleado judicial”, relató. A los 17 años, Izquierdo comenzó a participar del gremio judicial de la mano de su fundador, Nicanor Eduardo Briceño. Primero como secretario de actas, después fue secretario de la mesa directiva, y desde 1972 hasta 1976 secretario general, cargo que ocupó nuevamente desde 1982 hasta el año 2000. “También en la década del ’70 participé de los congresos de la Federación Judicial Argentina, en 1975 accedí a la secretaría de prensa suplente, y vino el golpe de Estado. En 1981 organizamos la agrupación 4 de Agosto, en plena dictadura militar, para reivindicar a los trabajadores judiciales”, expresó. Su travesía por el sindicalismo neuquino lo llevó a liderar la CGT, luego de ganarle una elección por un voto al actual dirigente petrolero Guillermo Pereyra. “Participamos de la CGT cuando estaba la dictadura militar y fue la primera que tuvo una Secretaría de Derechos Humanos, cosa que le cayó medio pesado a la conducción nacional, pero tengo los mejores recuerdos en la actividad sindical”, describió. Ya en los ‘90 fue uno de los dirigentes que trabajó para fundar la CTA en Neuquén. “Luchamos con Julio Fuentes a brazo partido contra el neoliberalismo. Y debo decir que para mí fue un orgullo”, aseguró Izquierdo. “Fue una lucha muy dura contra el neoliberalismo y en las que hemos protagonizado jornadas históricas como la creación de los piqueteros en Cutral Co y tantas otras movilizaciones, enfrentamientos con la Policía, con la política en contra del sector público”, describió. El Rengo reconoció que su vida dedicada al sindicato hizo que no pudiera darle todo lo que su familia necesitaba. “Creo que descuidé a mis hijas, abracé al sindicato y le dediqué gran parte de mi vida, mañana tarde y noche, en momentos de conflictos muy duros, contra la dictadura militar, contra el menemismo y el sobichismo, contra políticas que no incluían a los trabajadores”, aseveró. “Mi vida ha sido dedicada totalmente al sindicato. Para mí haber levantado la bandera de la defensa de los trabajadores judiciales y participar en la CTA, CGT y movimientos en defensa de los trabajadores ha sido muy importante porque es una convicción. Estoy convencido de que los trabajadores deben proteger y participar en la vida de los sindicatos”, destacó. Desgracias del ‘55 Neuquén > “Yo perdí la pierna cuando tenía 8 años; como hijo de ferroviario, me pisó el tren”, contó con cierta ironía Jorge “Rengo” Izquierdo, ex secretario general del Sindicato de Empleados Judiciales de Neuquén (Sejun) y dirigente de la Federación Judicial Argentina (FJA). A pesar de su discapacidad, encabezó muchísimas marchas en el centro neuquino y en Buenos Aires representando a todos los gremios de la Federación. Incluso comentó que nunca se privó de hacer natación o jugar al básquet ayudado por una prótesis. De su accidente recordó que fue el 14 de abril de 1955. Era el cumpleaños de su padre, y su madre le pidió que vaya a comprar algunas cosas al negocio que estaba enfrente de su casa. “Era el almacén donde teníamos cuenta corriente. La idea era hacerle un agasajo a mi padre. Pasé por debajo de un tren petrolero, me pisa, no me pasa por arriba de la pierna, sino que me roza, y cuando trato de seguir caminando es cuando se me quiebra la pierna, y me llevan al hospital”, describió. Aseguró que tuvo una muy mala atención médica. “Me llevaron al Hospital Neuquén, no me atendieron bien, luego me llevaron a Allen y llegué sin tener siquiera un torniquete, así que llegué perdiendo sangre. Un doctor le dijo a mi padre que, si hubiera tenido sangre, con un año de yeso me hubieran salvado la pierna, pero prácticamente llegué al límite”, relató. “Pero todo no terminó ahí, no me desinfectaron como correspondía y me subieron a un tren para recuperarme en Buenos Aires y me bajaron en Bahía Blanca con gangrena, me habían cortado a la altura de la rodilla y ahí me volvieron a cortar más arriba con riesgo de barrerme incluso con la cadera. Felizmente se paró la infección y me recuperé. Y acá estoy”, expresó. Y agregó: “He vivido toda mi vida sin la pierna, no tengo idea de lo que es tenerla”

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