viernes, 29 de agosto de 2014

Autorizaron la donación de un riñón entre amigos

Como la paciente no tiene un familiar directo cuyo órgano sea compatible, debió recurrir a la Justicia para que autorice la ablación. Rosario (NA).- Una mujer de 42 años fue autorizada por la Justicia de Rosario a donarle un riñón a una amiga que padece una insuficiencia renal crónica y está en lista de espera del Incucai. Como la paciente no tiene un familiar directo cuyo órgano sea compatible para realizar el trasplante, debió recurrir a la Justicia para que autorice una ablación a una persona que no sea familiar directo. El caso que se conoció hoy fue resuelto en forma expeditiva por el juez en lo Civil y Comercial Nº 14 de Rosario, Marcelo Quaglia y tiene como protagonistas a Silvia, la donante, y a Ana, la receptora. Ambas son amigas desde hace más de quince años. El juez resolvió rápidamente el pedido ante el temor de que el tiempo de permanencia en diálisis atentaba no sólo contra vida de la paciente sino contra la posibilidad de éxito de un futuro trasplante. "Este tema tuvo una resolución muy rápida. Fue muy bien tratado y estamos contentas con la sentencia obtenida", afirmó hoy la abogada Carina Mazzeo, patrocinante de la mujer que fue autorizada por la Justicia a donarle un riñón a su amiga. En declaraciones al programa radio La Ocho, de Rosario la abogada que patrocinó el reclamo ante la Justicia contó "Ana tiene una colisistosis que le ocasionó una insuficiencia renal crónica y tiene la dificultad extra de que sus familiares directos, que son los que podrían donar el órgano, tienen la misma enfermedad". "Cuando Ana, que está en una etapa crítica con diálisis tres veces por semana y en lista de espera del Incucai, le comenta esto a Silvia, Silvia no lo dudó y decidió donarle el riñón. Ahí empezó todo el trámite", añadió. La abogada contó que Silvia trabaja como docente y Ana es empleada bancaria. Ambas tienen hijos adolescentes. "En la audiencia judicial fue citados todos. Estuvo la donante, su esposo, los representante del Incucai, los médicos tratantes que le explicaron en que consistía todo y en qué iba a cambiar su vida a partir de la donación", agregó. Mazzeo dijo que la ley de donación de órganos, en el caso de los riñones "establece expresamente que sólo se puede relacionar entre pacientes relacionados, es decir con vínculo sanguíneo. Cuando no están relacionados, como en este caso que sólo amigas, la ley establece un procedimiento previo ante la Justicia para que el juez otorgue la autorización para la donación y se previó esto para evitar el comercio de órganos. El juez tiene que corroborar que no haya un interés comercial en este tipo de acciones". "Es de destacar que el juzgado resolvió este caso en un mes y no es algo simple de procedimiento. Deben citarse a médicos tratantes, a peritos psiquiatras, psicólogos, legistas, asistentes sociales, a representantes del Incucai, al donante, al receptor". "Es un trámite que usualmente puede durar un año en citar a las partes. Pero el juez Quaglia actuó de maravillas porque se ocupó de hacer las notificaciones y tomar las audiencias. Estamos muy conformes porque vemos que hay una toma de conciencia de los jueces respecto a estos temas", agregó. "Ellas están muy contentas y los médicos tratantes también. Ellos decían que estos temas no son conocidos y deben hacerse público. Es mucho mejor la donación de riñones con personas vivas que cuando llega el órgano de un donante cadavérico. Con este órgano de una persona viva, Ana tendrá más probabilidades de supervivencia y de mejor vida", añadió.

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