lunes, 27 de octubre de 2014

Un hombre con parálisis volvió a caminar tras ser operado

La terapia utilizada para revertir la parálisis es toda una revolución en su campo y ya había sido probada anteriormente (y con éxito) en perros. Ahora, esta pionera intervención realizada por un equipo de cirujanos polacos y expertos en regeneración neuronal de Reino Unido, ha logrado que Darek Fidyk vuelva a caminar tras haber sufrido una puñalada por la espalda que cortó en dos su médula espinal. “Es una sensación increíble, como volver a nacer”, afirma el hombre de 38 años y de origen búlgaro, ante la mirada del segundo gran artífice del milagro: el neurocirujano polaco Pawel Tabakov. La escena para la posteridad la captan las cámaras de Panorama, el programa de la BBC que durante un año ha estado viviendo desde dentro este paso gigante que le puede devolver la esperanza a miles de pacientes con parálisis. Pawel Tabakow, neurocirujano del hospital universitario de Breslavia que dirigió al equipo polaco asegura que "es fascinante ver cómo la regeneración de la médula espinal, algo que se consideró imposible durante muchos años, empieza a ser una realidad". El tratamiento que ha recibido Darek Fidyka consiste en la utilización de unas células especiales que forman parte del sentido del olfato llamadas de glía envolvente olfativas (OEC por sus siglas en inglés), que facilitan que las fibras nerviosas en el sistema olfativo se renueven de forma continua. Hasta el momento, Darek Fidyka se ha sometido a dos operaciones. En la primera de ellas, los cirujanos quitaron uno de los bulbos olfatorios y cultivaron las células. Dos semanas después trasplantaron dichas células hasta la médula espinal. Para lograr que la operación fuera un éxito, los médicos realizaron un total de 100 microinyecciones de las células alrededor de la lesión muscular que sufría Darek. Finalmente, se tomaron cuatro tiras delgadas de tejido nervioso del tobillo del paciente para colocarlo sobre una brecha de 8mm en la médula espinal. Tras el trasplante, Fidyka continuó con un programa de rehabilitación que había realizado sin éxito durante dos años. Sin embargo, tres meses después de la intervención se dio cuenta de que el tratamiento con las células había funcionado, cuando empezó a crecer músculo en su muslo izquierdo. Seis meses después de la cirugía, Fidyka consiguió dar sus primeros pasos, tomado de barras paralelas, con soportes para sus piernas y asistido por un fisioterapeuta. Dos años después del tratamiento, ahora puede caminar fuera del centro de rehabilitación apoyándose en un andador. También ha recuperado cierta sensación en el intestino y la vejiga y función sexual. El gran avance de esta intervención es que al utilizar los propios bulbos olfativos de Fidyka, evitaron el riesgo de rechazo y, por lo tanto, la necesidad de usar drogas inmunosupresoras, como las que son necesarias en trasplantes convencionales que provienen de donantes. Todos los que participaron de la investigación aseguran que no quieren dar falsas esperanzas a otros pacientes e insisten en que el éxito conseguido deberá repetirse antes de poder asumir que siempre conseguirá estimular la regeneración de la médula espinal.

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