viernes, 3 de mayo de 2013

Lo sucedido en El Borda

Contenidos por los enfermeros, los internos del hospital deambularon entre los destrozos de lo que era el Taller Protegido 19, destruido por operarios del gobierno de Mauricio Macri. En tanto, los siete detenidos y acusados por resistencia a la autoridad fueron liberados. Los internos del Hospital José Borda deambulaban este viernes por la noche en los alrededores del Taller Protegido demolido tras la represión de la Policía Metropolitana y los enfermeros intentaban contenerlos y consolarlos. Los pacientes caminaban junto a los escombros y a las herramientas esparcidas en el lugar, con las cuales trabajaban en el Taller Protegido 19, mientras los efectivos custodiaban el predio. Liliana, una enfermera que trabaja hace 19 años en el hospital, dijo a Télam que “esto fue un golpe durísimo para todos los pacientes del hospital” y agregó que el taller demolido “era lo que los internos sentían más cercano a un hogar”. “En el taller profundizaban su proceso de reinserción en la vida cotidiana”, explicó la enfermera y añadió que en ese ámbito “se construían camas, armarios y todo tipo de mobiliario para hospitales de muy buena calidad”. “Los trabajadores podemos rebuscarnos o buscar otro puesto laboral, pero los pacientes se quedan sin nada, porque hoy no sabemos siquiera donde van a ir a parar todas esas cosas que están a la intemperie”, contó. Cecilia, otra enfermera que trabaja hace tres años en el Borda, destacó que “esto que pasó es una tragedia, no hay que pensar que esto es un problema para los trabajadores, porque acá el problema es para los pacientes”. “Ellos encontraban acá un hogar y una familia. Además, es inadmisible la violencia con la que ejecutaron esta maldad”, consideró al enfermera. La trabajadora contó que esta mañana “muchos pacientes salieron corriendo de sus habitaciones cuando empezaron a escuchar los estruendos y no había forma de regresarlos a sus salas cuando veían que las máquinas destruían esto y que la policía reprimía a sus médicos”. Asimismo, Cecilia manifestó que “esta noche de guardia será terrible y no quiero pensar en como van a sobrellevar esta pérdida y el trauma de este día y los que vienen”. En tanto, las siete personas que permanecían desde la mañana detenidas en la Comisaría 4º de la Policía Metropolitana, acusadas de resistencia a la autoridad tras la represión ocurrida en el Hospital Borda, fueron liberadas durante la tarde, en tanto una enfermera que estaba demorada tuvo que ser trasladada a un hospital luego de sufrir una descompensación. “No nos leyeron los derechos ni nos permitieron hablar con nadie por teléfono, nos tiraron a cada uno en un calabozo separado, como si fuéramos delincuentes”, dijo Cristina Díaz Alen, enfermera y delegada del Hospital Garrahan, una de las detenidas que había acudido a la protesta por la demolición de un taller protegido. Cristina, que tiene una discapacidad motriz que la lleva a utilizar bastón, relató que fue arrastrada durante “tres cuadras” por efectivos de la Metropolitana que la golpearon, incluso con su propio bastón, la esposaron y la subieron al patrullero sin decir los motivos. “Yo me acerqué para defender el hospital público y a los trabajadores”, aseguró la mujer quien mostró las lesiones que tenía luego de ser liberada después de permanecer más de siete horas en prisión. Junto a ella, con la voz quebrada, Karina Maliverti, dirigente de ATE nacional y otra de las detenidas liberadas, sostuvo que “nunca hemos visto una represión así, nos pegaron a todos y cuando llegamos acá no nos dejaban hablar por teléfono”. “Tienen que saber que mientras ellos sigan haciendo prevalecer los negocios inmobiliarios frente a la vida, la salud pública y los puestos de trabajo de los compañeros, van a encontrar siempre nuestra resistencia”, añadió. Otra de las demoradas fue Belén Revollo, del Movimiento Popular La Dignidad TV, quien describió que “estaba sacando fotos, haciendo mi trabajo porque soy de un medio popular y me agarraron, yo les mostré mi credencial e igual me detuvieron”. El último en ser liberado fue el padre de uno de los internos del Borda, quien durante la mañana vio en la televisión lo que estaba sucediendo y decidió acercarse para saber cómo se encontraba su hijo. “Apenas me estaba acercando y me detuvieron, la policía hace muchas injusticias. Gracias Macri”, dijo irónicamente el hombre que apenas podía expresarse por la angustia que vivió. Fuera de la Comisaría 4º, ubicada en Zavaleta al 400 en el barrio porteño de Parque Patricios, numerosas organizaciones se agolparon para pedir la liberación de los presos. En tanto, dentro de la dependencia policial, funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno, diputados nacionales, legisladores y dirigentes sindicales agilizaban las gestiones para lograr la libertad. La lista de los ocho detenidos se completa con tres médicos y una enfermera del Borda que debió ser trasladada al Hospital Penna por haberse descompensado, ya que es diabética y había sido golpeada durante la represión. A todos se les abrió una causa por “resistencia a la autoridad y lesiones” que se encuentra en el Juzgado Correccional Nº14.

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