viernes, 19 de diciembre de 2008

Dos discapacitados que le hicieron frente a la vida y quieren ser periodistas (Diario Clarin)

Se recibieron de bachilleres en Salta, sin llevarse ninguna materia. Provienen de familias humildes.

SUEÑO CUMPLIDO. JESUS Y RODOLFO TERMINARON EL SECUNDARIO.
Hay pocos casos en los que la amistad trasciende tanto las fronteras de una relación personal como el que se vive en una escuela de Salta. Si al 'Percha' Jesús Guizada se lo consulta sobre su mejor amigo, dice sin dudar que es el 'Gokú' Rodolfo Agüero. Y va aún más lejos en su definición: "El más que mi amigo, representa mis ojos", jura. Y 'Gokú' responde: "Por mi discapacidad motriz, el 'Percha' es como mis piernas, él me lleva a todas partes". Así, a los dos se los ve transitar por el Colegio 5.071 Juan Carlos Saravia, de Salta, a uno empujando la silla de ruedas y al otro indicando por dónde ir.

Con estas desventajas físicas que a ambos les tocó enfrentar a poco de nacer, el destino los juntó hace cuatro años en este colegio que lleva el nombre del fundador de Los Chalchaleros, donde el viernes egresaron del Polimodal sin llevarse ninguna materia. Y como un dato valedero, la directora María Laura Mastrolinardo asegura que "ningún profesor les regaló notas".

Con el ímpetu que les brota desde el alma, estos dos muchachos, el 'Percha' de 20 años y 'Gokú' de 22, ahora le ofrecen otra batalla a la vida: quieren estudiar periodismo, aunque son conscientes de que económicamente sus familias no están en condiciones de afrontar el gasto en una universidad. Como prioridad está cambiarle la silla a Gokú, y comprarle una prótesis al Percha, para impedir más problemas en sus ojos.

Tienen algo más en común: sus papás se separaron. Viviana es maestra de grado y Susana empleada doméstica en la casa de un médico. Ellas solas salieron adelante sin quejarse. "Mi tío Servando, ése si que es mi papá", dice Rodolfo. "Mi mamá me enseñó a querer a mi papá. Pero ella es todo para mí", agrega el 'Percha'.

A la hora de las medallas y los diplomas, la algarabía se apoderó de ambos cuando la profesora Clara Latnik les dedicó un poema y el ministro de Educación, Leopoldo Van Cauwlaert, los saludó junto a sus 17 compañeros de la Promoción 2008, a la que llaman AFTEM. "No vamos a develar qué significa la sigla", dice Rodolfo, pero Jesús, con una sonrisa cómplice, asegura que "tiene una palabra irreproducible".

Al finalizar el acto, la biblioteca se convirtió en el salón de los brindis. En un aula cercana, el 'Percha' y 'Gokú', junto a Viviana y Susana, hablaron con Clarín: "Jesús superó todas mis expectativas. Nunca imaginé que a los 7 años iba a ser campeón nacional de natación, que le gustara la música y que jugara al fútbol en el Club Libertad. El nació prematuro, a los seis meses de gestación, con 900 gramos de peso. Por una negligencia médica no le taparon los ojos en la incubadora, por lo que quedó ciego. Hoy mide 1,82 metro, pesa 62 kilos y se roba todos los suspiros de las mujeres", cuenta Viviana, con su amor infinito de madre.

"Rodolfo rompió la bolsa en término, pero venía con el cordón umbilical anudado al cuello, lo que le restó oxigeno y lo asfixió", recuerda Susana, quien no deja de agradecer a Hirpace, donde su hijo recibió estimulación temprana y le enseñaron a no usar pañales y a dejar la mamadera.

¿Qué tienen en común ustedes?, se les preguntó: "Los dos somos zurdos para escribir", dice el Percha. "Nos gusta el periodismo deportivo", acota Gokú, aunque aclaran que su amigo del alma es de River y él muere por Boca.

Sobre sus sueños de periodismo deportivo, cada uno tiene una ilusión. "Ser comentarista, eso es lo que quiero", asegura Gokú con convicción. "Me gustaría conducir un programa en la radio y realizarles entrevistas a personajes famosos del deporte", se proyecta el Percha. Enseguida su amigo le delata el costado cholulo: "Un día, cuando Walter Nelson y Alejandro Fabbri vinieron a Salta, los persiguió para sacarles un autógrafo y no paró hasta conseguirlo". "Son mis ídolos, como el Pollo Vignolo y el Tano Fazzini", redobla la apuesta Jesús.

Sobre las dificultades propias de su discapacidad, cada uno las enfrentó con entereza. "A los exámenes los di en forma oral", dice 'Gokú'. "Yo los escribo en braile y los profesores los hacen traducir en la Biblioteca para Ciegos. Pero si lo desean, se los doy oral", concluye el 'Percha' con una naturalidad que, a esta altura de la charla, ya no asombra.

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