viernes, 27 de junio de 2014

La Provincia le dio un departamento para que aprenda a vivir sola

Mariel Fritz nació con diparesia, una enfermedad que le dificulta el caminar. Además pasó por situaciones de violencia y abandono familiar que la llevaron a ingresar a los 17 años al Hogar Petorutti de Monte Hermoso. Esta semana egresó de la institución y empezó a vivir sola. Para ello, la Provincia cedió un inmueble que estaba inutilizado y el Municipio lo remodeló y le hizo un departamento. Ella está terminando el secundario y busca un trabajo. Esta es la síntesis de la historia de esta joven que vivía en el Hogar Oficial "Eduardo Petorutti" de Monte Hermoso y que egresó hace pocos días de esa institución y comenzó a vivir sola. Para ello se mudó a un departamento construido en el mismo predio. El departamento, que fue inaugurado oficialmente la semana pasada, tiene una habitación, cocina comedor y baño. Mariel Fritz conoce desde el primer día de vida las dificultades que presenta la vida. Nació con disparesia, una discapacidad que le afecta sobre todo las piernas y que le dificulta el caminar. "Cuando era más chica y vivía con mi familia me mandaban a una escuela especial, quizás porque entendían que ese era lugar para mí, tal vez para protegerme, aunque yo no tengo ninguna dificultad intelectual. Además, el colegio me quedaba a 60 km, en la ciudad de Borrego, por lo que cada viaje era muy cansador", explica la joven. "Gracias al apoyo de los profesionales del Hogar pude acceder a la Escuela Normal de Monte Hermoso. Allí me hicieron distintos tests y los superé y ya estoy cursando en horario vespertino. Si logro aprobar las materias, el año que viene termino el secundario", asegura. Mariel sabe que, a pesar del acompañamiento de los trabajadores de Hogar, a partir de ahora debe buscar su propio camino. "Quiero encontrar un trabajo y estoy dejando curriculums, aunque para mí como para muchos jóvenes no es fácil. Igual no me rindo. Yo quiero hacer cualquier trabajo, lo único que sería importante es que me deje tiempo para terminar la escuela. Eso es fundamental para mí", indica. La historia de Mariel, como la de la mayoría de los niños y adolescentes en hogares oficiales, es un relato de circunstancias difíciles y de superación. "A los 10 años por distintos episodios de violencia familiar y porque mi mamá padece una enfermedad psiquiátrica, la Justicia dispuso que vaya a vivir con mi abuela. Con ella conviví hasta los 17 años, pero nuevamente por diversas situaciones vividas y porque sentía que ya era una carga para mi abuela, pude resolver mi situación cuando me recibieron en el Hogar Petorutti". El Petorutti es uno de los 17 Hogares Oficiales, que dependen de la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la Provincia. Además, la Provincia cuenta con más de 200 instituciones en ONGs conveniadas con el mismo objetivo, alojar a los niños y jóvenes menores de 18 años sin cuidados parentales. Mariel agrega: "desde que me fui de casa, mi papá no se hizo más responsable y con mi mamá enferma, no tuve demasiadas opciones. Ahora mi familia son ellos, todos los del Hogar y es fundamental todo lo que han hecho las personas que trabajan, empezando por Claudia Márquez", agrega. Claudia es la directora del Hogar y sostiene que "la idea del departamento, que hoy será para Mariel y mañana para otros jóvenes que egresen del Hogar es parte del concepto de 'autovalimiento' que se trabaja desde hace tiempo aquí como en otros hogares. Es decir, que los profesionales no solo pensamos en el paso de los niños y adolescentes por las instituciones sino también en su futuro, en el día después". El autovalimiento consiste en que los jóvenes aprendan a desenvolverse solos en todo sentido, desde lo económico hasta lo social. Este proceso es acompañado desde los hogares de diversas formas: mediante la búsqueda de ofertas laborales, la capacitación en oficios, la educación sobre el cuidado de la salud, entre otros. En este caso, se trata de brindarle a Mariel nada menos que la posibilidad de una vivienda para que pueda enfrentar el desafío vivir sola. El autovalimiento en la Provincia Desde hace meses, la Provincia de Buenos Aires, por medio de la Secretaría de Niñez y Adolescencia, junto con Unicef Argentina, han desarrollado un programa pensado para jóvenes sin cuidados parentales que cumplen la mayoría de edad y deben egresar de los hogares. El programa, en el cual también trabajan el Grupo Pharos y la Fundación Doncel, busca que los profesionales de los hogares aúnen criterios en las estrategias de acompañamiento para que los jóvenes mayores de 16 años que residen en instituciones estatales y de ONGs puedan armar un proyecto de vida basado en el empleo formal. En este sentido, el secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo Navarro, explica que "el programa implica un proceso que comienza desde la institucionalización hasta el ingreso a la vida adulta. No se reduce solo a la búsqueda de un trabajo sino al acompañamiento en la transición desde la infancia a la adultez, desde la protección al autovalimiento, a asumir responsabilidad diarias y cotidianas en todo sentido". "Para ello estamos trabajando en estrategias a mediano y largo plazo, pero también en acuerdos con empresas que nos permitan una oferta laboral y otros tipos de apoyo para los chicos a corto plazo", agrega. Además, el Estado provincial promulgó en abril de este año la Ley Nº 14584, especialmente destinada al autovalimiento, que se encuentra en proceso de reglamentación. La norma "tiene por objeto dar un marco a las políticas de egreso de los adolescentes residentes en hogares para niños, niñas y adolescentes de la provincia de Buenos Aires, orientadas a promover su inserción socio-laboral" La ley indica que "se deberán desarrollar acciones concretas que permitan a los adolescentes residentes en los hogares de niños, niñas y adolescentes construir un proyecto de vida independiente a través de la capacitación laboral, la formación educativa y el acompañamiento necesario para logar su empoderamiento".

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